

Marina Silva (30), la suboficial de Policía de San Luis que asesinó a sus dos hijos en su casa de Juana Koslay, escribió una carta dirigida a su pareja y a sus familiares, en la que explicaba las razones del doble crimen.
La acusada pidió "perdón" y dijo que "no podía más" y que "no era culpa de nadie". También sostuvo que "necesitaba paz".
La mujer le escribió a sus seres queridos y a su novio: "Pa y ma, los amo, hermanos gracias por todo y Jonathan, perdón también, te amo. Perdón por no poder seguir más".
Sobre sus dos hijos manifestó que "no quería que sean una carga para nadie", y añadió: "Los amo tanto Bauti y Sofía, necesito que estemos juntos".
Trascendió que la mujer policía debía un total de 6.7 millones de pesos, dinero que se repartía en distintos bancos y entidades financieras. Por esto habría buscado suicidarse, aunque solo atentó contra los menores, a quienes les disparó con su arma reglamentaria.
En cuanto a lo económico, la Central de Deudores del Banco Central de la República Argentina informó una deuda con el Banco Nación por $3.269.000 y con Montemar por $2.269.000.
Además, otras morosidades indican que Silva tenía que cancelar unos $33 mil a Bersatex, $941 mil con Credlap, $48 mil a Argencred y 94 mil pesos a Mercado Pago, al tiempo que todos retrasos corresponden a julio y agosto de este año.
La Justicia de San Luis dictó la prisión preventiva contra ella y la imputó por los delitos de "homicidio doblemente calificado, por alevosía y por el vínculo, agravado por el uso de arma de fuego".
Las víctimas fueron Bautista Funes (2) y Sofia Ojeda Silva (7), halladas sin vida el martes por la mañana. En tanto que a la efectivo la detuvieron horas después a orillas del dique Cruz de Piedra.