

Una situación de temor y confusión se vive en Mendoza, donde cientos de beneficiarios de pensiones no contributivas han sido dados de baja de manera abrupta y sin previo aviso. La medida, que a nivel nacional afectó a más de 110.000 personas, provocó una desesperada búsqueda de respuestas por parte de los afectados, quienes se agolpan en las oficinas de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
La polémica surge porque, a pesar de que la razón oficial de las bajas es la "falta de presentación" a una auditoría, muchos beneficiarios aseguran que nunca recibieron el telegrama de notificación. La falta de actualización de datos de domicilio sería la causa principal de que las notificaciones no lleguen a su destino, dejando a los afectados en una situación de total vulnerabilidad.
Para quienes han sido dados de baja, se recomienda iniciar un trámite de apelación o restitución en la oficina de ANSES más cercana, presentando toda la documentación respaldatoria. La situación en la oficina de ANDIS es crítica, ya que solo atienden a 30 personas por día, generando demoras y una profunda angustia en quienes dependen de este ingreso.