

El Día del Niño de este año reflejó la delicada situación económica del país. De acuerdo con un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas interanuales cayeron un 0,3%, un resultado que se suma a la drástica baja del 14,4% registrada el año anterior.
El sector de los juguetes fue uno de los más afectados, con una caída de ventas del 5,2% que agrava el 16% de pérdida de 2024. La crisis impactó de lleno en el poder adquisitivo de las familias, que se vieron obligadas a ajustar sus presupuestos. El ticket promedio se ubicó en $33.736, lo que en términos reales representa una baja del 21% y evidencia la búsqueda de regalos más económicos. Para intentar revertir la situación, más del 87% de los comercios ofrecieron promociones y descuentos.
La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) señaló la fuerte caída del consumo y un problema adicional: el ingreso masivo de juguetes importados, que creció un 114% entre enero y julio. Esta situación ha generado un sobrestock que afecta a la industria nacional, la cual hoy opera a solo un 50% de su capacidad instalada y emplea a más de 8.000 personas. El sector ha solicitado al Gobierno una reducción en los costos impositivos y logísticos para poder competir.