

Si bien los últimos meses se han caracterizado por una desaceleración de la inflación, la pérdida del poder adquisitivo es una realidad. Por lo que la utilización del crédito se convirtió en una “vía de escape” para la mayoría de los mendocinos, ya que, según reveló un informe de la consultora Demokratía, el 92,82% de los ciudadanos accedió a algún tipo de financiamiento en julio y parte de agosto.
El estudio, realizado entre el 25 de julio y el 2 de agosto de 2025, abarcó a 715 casos en los departamentos de Ciudad, Godoy Cruz, Guaymallén, Las Heras, Maipú y Luján de Cuyo. Es aquí donde los resultados arrojaron que el endeudamiento forma parte de la rutina financiera de la población y que recurren a préstamos personales entre conocidos como: tarjetas de crédito, billeteras virtuales (Mercado Pago o Naranja X), para cubrir necesidades básicas o resolver problemas del día a día.
A su vez, en el informe también aparecen entre las alternativas los créditos bancarios tradicionales y los sistemas de pago por día o por semana. Estos últimos son menos comunes, pero expusieron que la urgencia puede llevar a modalidades más costosas o informales:
Para la economista Aroma Vallejo, no se trata solamente de una tendencia provincial sino a nivel nacional. Sin embargo, no todo puede deberse a una cuestión de “falta de dinero”, ya que, por intermedio de tarjetas de crédito, se puede acceder a distintas promociones que terminan siendo “importantes” para la economía del usuario.
“Hay consumidores que tienden a ir por este medio de pago, por un tema de descuentos o beneficios. De hecho, hay algunas billeteras virtuales que, pagando con ciertos bancos, acreditan automáticamente el descuento”, señaló en diálogo con El Sol.
Lo que dejó en claro el estudio, es que lejos de utilizarse como una herramienta para crecer, invertir o emprender, el crédito en Mendoza está siendo destinado, principalmente, a resolver deudas anteriores, comprar alimentos o cubrir gastos de mantenimiento del hogar. Incluso, pero en menor medida, se destinó a adquirir electrodomésticos, tecnología, indumentaria o abonar servicios e impuestos.
El dato que generó más preocupación del informe fue que solo una pequeña fracción de los encuestados utilizó el dinero prestado, para invertir en emprendimientos o bienes duraderos, como casas o autos:
El fenómeno, además, se ve potenciado por un tema salarial. Según Aroma Vallejo, los salarios de aquellos trabajadores registrados no han “mejorado” y siguen en cifras similares a las que se tenía en el 2023. Lo que afectó de forma directa al poder adquisitivo de las personas.
“El salario de los trabajadores del sector público, tanto nacional como provincial, están muy por debajo de lo que debería ser. Entonces, el poder adquisitivo, al irse reduciendo, obligó a ir financiando los consumos, algunos de más largo plazo y otros de más corto”, ejemplificó.
El economista Daniel Garro, por su parte, evitó hablar del tema de los salarios e indicó que puede deberse a un fenómeno de “inercia” que hace años existe en la economía del país. Esto sumado al aumento en la utilización de tarjetas de crédito.
“Se puede entender como algo general que está ocurriendo en todo el país, ya que han aumentado la cantidad de préstamos en todos los niveles: sean autos, motos, electrodomésticos y también el uso de las tarjetas de crédito”, concluyó.
Por último, los especialistas explicaron que la inmediatez de las aplicaciones móviles y las plataformas virtuales hacen que pedir un préstamo sea más fácil que nunca, lo que muchas veces distorsiona la percepción del ingreso real.