sábado 02 de agosto de 2025 - Edición Nº355

Sociedad | 1 ago 2025

Raíces y tradiciones

En honor a la Pachamama: un vaso de caña con ruda

Un trago amargo para espantar la envidia y agradecer a la Madre Tierra, así comienza agosto, varias personas realizan este ritual en ayuno.


El primero de agosto se celebra el Día de la Pachamama, una fecha en la que miles de personas agradecen a la Madre Tierra por lo recibido y piden protección para el nuevo ciclo que comienza. La tradición, de raíces andinas, combina ofrendas, ceremonias y un gesto que se repite de generación en generación: beber caña con ruda en ayunas.

 

Más que costumbres aisladas, ambas prácticas expresan la misma idea: reconocer a la Tierra como fuente de vida y renovar el vínculo espiritual con ella. En este día, lo ancestral y lo cotidiano se encuentran en un mismo acto de gratitud y esperanza.

 

La Pachamama y el Día de la Tierra

 

En la cosmovisión andina, la Pachamama representa la vida misma: el suelo que alimenta, el agua que da fuerza y el aire que permite respirar. Agosto, considerado un mes “difícil” por las heladas y sequías, era tiempo de rituales para pedir protección y buenos augurios para las cosechas. Con el tiempo, esa conexión con la tierra trascendió lo religioso y se convirtió en parte de la cultura popular.

 

Caña con ruda: el ritual protector

 

El mismo día que se celebra a la Pachamama, muchas personas beben caña con ruda en ayunas. Este ritual, originado en comunidades guaraníes, combina las propiedades medicinales de la ruda con la caña de azúcar. Se cree que este trago protege contra las enfermedades del invierno, aleja la envidia y las malas ondas ,pero sobre todo atrae prosperidad para todo el mes y lo que resta del año. 

 

La práctica, transmitida de generación en generación, se transformó en un símbolo que une lo ancestral y lo cotidiano: un gesto simple que conecta con la naturaleza y con quienes lo comparten.

 

Cómo se prepara la caña con ruda

 

La receta tradicional es sencilla pero requiere tiempo. Se utiliza caña de azúcar, o algún aguardiente similar, y ramas de ruda macho. Lo ideal es preparar la mezcla a comienzos de julio: se colocan las ramas dentro de la botella y se deja macerar durante varias semanas, para que el sabor amargo y las propiedades de la planta se integren en el alcohol.

 

El 1 de agosto, en ayunas, se recomienda tomar un vaso pequeño o siete sorbos seguidos. En muchos hogares, esta preparación se comparte entre familiares y amigos, convirtiéndose en un momento de encuentro y renovación de deseos para el nuevo mes.

 

Un puente entre costumbres

 

Tanto el homenaje a la Pachamama como el ritual de la caña con ruda expresan el mismo mensaje: reconocer a la tierra como fuente de vida y renovar el compromiso de cuidarla. Entre cánticos, ofrendas y vasos de caña con ruda, la Pachamama sigue uniendo pasado y presente en una de las tradiciones más vivas de nuestra cultura.

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