

El Gobierno nacional firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que disuelve los entes reguladores del gas (Enargas) y la electricidad (ENRE), para integrar sus funciones en un nuevo organismo unificado . Esta medida forma parte de la estrategia de la llamada “motosierra”, la cual ya había impactado en otros 50 organismos estatales.
Además, el decreto prorroga la emergencia energética hasta el 9 de julio de 2026, manteniendo la intervención en ambos entes actuales hasta que se conforme el directorio del nuevo regulador.
La Ley 27.742 —popularmente conocida como “Ley de Bases”— ya había establecido en su artículo 161 la creación del “Ente Nacional Regulador del Gas y la Electricidad”, destinado a reemplazar a ambos organismos existentes . Sin embargo, hasta la fecha no se había implementado. Con este DNU se habilita un plazo de un año más para completar la fusión.
Este avance se suma a medidas anteriores que profundizaron el ajuste en el sector: más de 800.000 hogares perdieron subsidios de luz y gas tras los recortes de 2024 . El nuevo esquema también contempla una segmentación más exigente, con filtros por bienes, vehículos y rodados que restringen aún más el acceso al beneficio.
Desde el Gobierno justifican la fusión argumentando que simplifica el control, reduce la burocracia y optimiza los recursos del Estado. Críticos advierten que podría profundizar la concentración de poder y la opacidad, y que su implementación implica ajustes y recortes laborales significativos.