

La primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Canadá no fue precisamente un paseo bajo el sol. Con el asfalto del circuito Gilles-Villeneuve frío como pocas veces y una temperatura ambiente que no acompañó, los pilotos se encontraron con un escenario de bajo agarre que derivó en maniobras inesperadas, trompos y hasta un choque contra el muro.
Franco Colapinto fue protagonista temprano del caos. En su primer intento de vuelta rápida, apenas en la curva 2, sufrió un trompo que, en un principio, pareció atribuirse a un error individual. Sin embargo, la seguidilla de incidentes dejó en claro que el joven argentino fue más víctima que victimario de las condiciones extremas del trazado canadiense.
Colapinto finalizó 19° en la sesión, espera revertir su posición en la segunda práctica. Pero lo cierto es que, si las condiciones no mejoran, la FP2 podría ser tan impredecible como un clima canadiense en primavera.
Entre los más afectados estuvieron figuras como Lando Norris (McLaren), quien protagonizó al menos cuatro salidas de pista leves, y Lewis Hamilton (Ferrari), que también trompeó. Pero el susto mayor llegó cuando Gabriel Bortoleto (Sauber) evitó por centímetros un impacto con Alexander Albon (Williams), maniobra que podría haber cambiado el rumbo de la jornada.
El punto crítico se vivió con Charles Leclerc (Ferrari), quien, al ingresar a la chicana de la curva 3, se pasó de frenada y terminó golpeando violentamente el muro interior, dañando la suspensión de su monoplaza. El incidente obligó a ondear la bandera roja mientras se retiraban los restos del Ferrari y se reacondicionaba la pista.