El Gobierno Nacional decidió reducir progresivamente los aranceles de importación a mediados de mayo. Esto fue hecho con el objetivo y rebajar los impuestos internos aplicados a productos electrónicos, incluidos los celulares. La medida ya empieza a mostrar sus primeros efectos.
Las marcas comenzaron a ajustar sus listas, con descuentos de hasta el 25% en algunos modelos, lo que modificó la relación de precios con destinos como Chile, tradicionalmente más accesible por sus menores cargas impositivas.
Las marcas más destacadas redujeron los precios de sus unidades.
La iniciativa incluye una reducción del arancel externo común del 16% al 8%, con la eliminación completa prevista para enero de 2026. Al mismo tiempo, el impuesto interno bajó del 19% al 9,5% para los productos importados, mientras que los fabricados en Tierra del Fuego quedaron exentos.
Aunque el traslado a los precios finales es desigual, varias empresas comenzaron a aplicar rebajas considerables:
- Los iPhone reflejan una baja del 15%.
- Samsung ajustó entre 5% y 7%.
- Motorola aplicó recortes de hasta 25%, dependiendo del modelo.
En este nuevo esquema, algunos celulares ahora cuestan menos en Argentina que en Chile, y otros redujeron sustancialmente la brecha.
La reducción de aranceles impactó en los precios de los celulares.
- La comparación de precios muestra casos como el Motorola Edge 60 (256GB), que cuesta $599.999 en Argentina (u$s500 al oficial), contra u$s507 en Chile, un 1,4% más barato en el país.
- También el Motorola Razr 50 Ultra (512GB) es un 2,3% más accesible en el mercado argentinos. Sin embargo, otros modelos siguen siendo más económicos del otro lado de la cordillera:
- El Moto G 85 cuesta u$s466 en Argentina frente a u$s321 en Chile, un 30% de diferencia.
- En el segmento premium, la brecha persiste: el iPhone 16 Pro Max (256GB) y el Samsung Galaxy S24 Ultra (256GB) se venden un 25% más baratos en Chile. También el TCL 40 NXTPAPER (256GB) conserva una diferencia del 22% a favor del país vecino.
Las compras en Chile se han transformado en una alternativa muy atractiva para los mendocinos.
En los modelos más caros Chile sigue como mejor opción. En los de gama media o entrada, el incentivo se reduce. El ahorro, en muchos casos, ya no compensa los gastos de traslado, ni supera las ventajas de pagar en cuotas, disponer de garantía oficial y evitar trámites aduaneros.
El Gobierno también busca frenar prácticas como el contrabando y el mercado informal de dispositivos robados, que se ven alimentados por la diferencia de precios y el acceso restringido. La reducción de impuestos apunta a integrar el mercado local en condiciones más equitativas, donde el usuario pueda acceder a productos tecnológicos sin recurrir a canales paralelos o viajes al exterior.
La eliminación completa de los aranceles, prevista para el próximo enero, podría marcar un giro estructural: si las condiciones fiscales continúan mejorando y se sostienen los incentivos al consumo local, Argentina podría dejar atrás su posición como uno de los países más caros para adquirir tecnología. Con ello, se abriría la posibilidad de una mayor alineación con el circuito regional de precios.
