El culebrón mediático entre Wanda Nara y Mauro Icardi sumó un nuevo y picante capítulo judicial en Milán. Este miércoles, la ex pareja protagonizó una esperada y tensa audiencia en el tribunal, donde se definen los términos de su divorcio, incluyendo la división patrimonial, la manutención y, un punto sensible, la custodia de sus hijas.

Tras más de tres horas de debate, la mediación llegó a su fin, según confirmaron fuentes cercanas al caso a DDM. El foco principal de la discusión se centró en la división de bienes y el pago de la manutención.

Wanda Nara reclama que el futbolista le adeuda aproximadamente 200 mil euros en concepto de alimentos desde hace ocho meses, una cifra que incrementa la tensión económica en la disputa.

Por su parte, Mauro Icardi no se quedó atrás en sus planteos. El delantero argentino centró su defensa en una dura acusación de adulterio contra la madre de sus hijas. La periodista Marina Calabró, en el ciclo de Mariana Fabbiani, describió la jornada como “muy tensa”, señalando que no hubo ni siquiera saludo ni intercambio de miradas entre la expareja.

Un dato relevante, aportado por Guido Záffora tras dialogar con el abogado de Wanda, es que Icardi solicitó formalmente ante el juez italiano la custodia de sus hijas para que vivan con él y su actual pareja.

Desde Milán, la cronista Romina Valery informó que Mauro no solo lanzó la acusación, sino que también presentó pruebas para sustentar su denuncia por infidelidad. Se menciona que habría aportado evidencias sobre una supuesta relación extramatrimonial de Wanda con el futbolista Federico Fazio en 2017.

La audiencia también tuvo su cuota de show. Wanda Nara, fiel a su estilo, llegó al Tribunal de Familia de Milán en un llamativo Lamborghini rosa y con un look que no pasó inadvertido: un conjunto que, según trascendió, remitía directamente al juicio entre Amber Heard y Johnny Depp, figura admirada por el delantero argentino.

El arribo de la empresaria fue captado por cámaras de televisión locales y argentinas que aguardaban expectantes en la puerta del edificio judicial. Según informó Puro Show, Wanda salió de su departamento en Milán y se dirigió personalmente al tribunal, manejando el ostentoso vehículo.

La audiencia dejó en evidencia la profunda ruptura entre Wanda Nara y Mauro Icardi, que va más allá de lo afectivo para transformarse en una compleja disputa legal, donde cada parte busca asegurar sus derechos y el bienestar de los menores en medio de un escándalo público que sigue generando repercusión tanto en el mundo del espectáculo como en el fútbol internacional.