domingo 27 de abril de 2025 - Edición Nº258

Sociedad | 27 abr 2025

Salud

Alzheimer: la enfermedad que crece en silencio

13:40 |Afecta a más de 800.000 personas en Argentina. Aunque no tiene cura, investigaciones recientes y estrategias preventivas ofrecen esperanza para reducir su impacto. Las mujeres, por razones biológicas y hormonales, son más vulnerables a padecerla que los hombres.


La enfermedad de Alzheimer es una patología neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente a personas mayores de 65 años. En Argentina, se estima que más de 800.000 personas padecen esta enfermedad, y se proyecta que esta cifra aumente significativamente en las próximas décadas debido al envejecimiento de la población. Aunque a menudo se habla de Alzheimer y demencia como si fueran sinónimos, es importante aclarar que no son lo mismo.

 

Alzheimer vs. Demencia

 

La demencia es un término general que describe el deterioro de las capacidades cognitivas, como la memoria y el pensamiento. El Alzheimer es la forma más común de demencia, pero no todas las demencias son Alzheimer. Existen otros tipos de demencia, como la demencia vascular o la demencia con cuerpos de Lewy, que tienen causas y tratamientos diferentes.

 

En resumen: el Alzheimer es un tipo específico de demencia, pero no toda demencia es Alzheimer.

 

Mayor prevalencia del Alzheimer en mujeres

 

Las mujeres tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar Alzheimer en comparación con los hombres. Varios factores contribuyen a esta disparidad. Uno de los principales es la acumulación de proteínas tau y beta-amiloide en el cerebro, características del Alzheimer. Investigaciones han demostrado que las mujeres tienden a acumular estas proteínas en mayor cantidad que los hombres, incluso en etapas tempranas de la vida, lo que aumenta su vulnerabilidad a la enfermedad. Además, la disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia puede acelerar el daño cerebral, ya que esta hormona tiene efectos protectores sobre el cerebro. La pérdida de estrógeno reduce la energía cerebral y aumenta la formación de placas de Alzheimer, especialmente en mujeres con predisposición genética. Estos hallazgos resaltan la necesidad de enfoques específicos de género en la prevención y tratamiento del Alzheimer.

 

Comportamientos de una persona con Alzheimer y cómo ayudar

 

El Alzheimer suele manifestarse inicialmente con síntomas leves que pueden ser confundidos con el envejecimiento normal, pero con el tiempo los síntomas se agravan. Algunas señales comunes incluyen:

    •    Pérdida de memoria reciente: Olvidar información importante, como citas o eventos, y repetir preguntas o historias.

    •    Dificultad para realizar tareas cotidianas: Tener problemas para seguir una receta o recordar cómo hacer actividades diarias, como conducir o pagar cuentas.

    •    Desorientación temporal y espacial: Olvidar fechas, perderse en lugares familiares o no reconocer la hora del día.

    •    Problemas con el lenguaje: Dificultad para encontrar las palabras correctas o repetir la misma palabra varias veces.

    •    Cambios en el estado de ánimo y la personalidad: Ansiedad, depresión, irritabilidad, o aislamiento social.

 

Para las familias o personas cercanas que se encuentran con un ser querido que empieza a mostrar estos síntomas, existen varias formas de brindar apoyo:

 

    •    Mantener la calma y la paciencia: Es importante ser comprensivo, ya que la persona afectada puede sentirse frustrada o confundida. Evitar confrontaciones y recordar que no están actuando de esa manera intencionalmente.

    •    Crear un entorno estructurado: Establecer rutinas diarias puede ayudar a reducir la confusión y la ansiedad. Tener un horario fijo para las comidas, el descanso y las actividades puede ofrecerles seguridad.

    •    Fomentar la comunicación clara: Usar frases simples, hablar lentamente y asegurarse de que la persona entienda lo que se está diciendo. Evitar corregir constantemente los errores, ya que esto puede generar frustración.

    •    Involucrarse en actividades cognitivas: Jugar juegos de memoria, leer, o participar en actividades que estimulen la mente pueden ser útiles para mantener la mente activa.

    •    Ofrecer apoyo emocional: Las personas con Alzheimer pueden sentirse solas o aisladas, por lo que es esencial brindarles compañía y apoyo emocional de manera constante.

 

Avances científicos y tratamientos recientes

 

En los últimos años, se han logrado avances significativos en el tratamiento del Alzheimer. En 2023, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó el uso del fármaco lecanemab, comercializado como Leqembi. Este anticuerpo monoclonal ha demostrado reducir el deterioro cognitivo en un 27% en pacientes con Alzheimer en etapas tempranas. Aunque no cura la enfermedad, ralentiza su progresión, ofreciendo una nueva opción terapéutica para los pacientes.

 

Además, científicos argentinos han realizado importantes contribuciones al campo. Investigadores del CONICET y la Universidad Nacional de Rosario desarrollaron un vector que transporta anticuerpos artificiales capaces de neutralizar proteínas tóxicas asociadas al Alzheimer. Este avance, publicado en la revista Molecular Therapy, podría abrir la puerta a tratamientos más accesibles y efectivos en el futuro.

 

Estrategias de prevención y control

 

Aunque no existe una cura definitiva para el Alzheimer, estudios recientes indican que hasta el 45% de los casos podrían prevenirse o retrasarse mediante la modificación de factores de riesgo. Entre las estrategias recomendadas se incluyen:

    •    Dieta saludable: Seguir una alimentación equilibrada, como la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, granos enteros y grasas saludables, puede reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer.

    •    Ejercicio físico regular: La actividad física moderada, como caminar, nadar o andar en bicicleta, al menos 150 minutos por semana, mejora la salud cerebral y cardiovascular.

    •    Estimulación cognitiva: Participar en actividades que desafíen la mente, como leer, resolver crucigramas o aprender nuevas habilidades, puede fortalecer las funciones cognitivas.

    •    Vida social activa: Mantener relaciones sociales y participar en actividades comunitarias reduce el riesgo de aislamiento, un factor de riesgo para el Alzheimer.

    •    Control de la salud cardiovascular: Monitorear y controlar la presión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre es esencial para prevenir el deterioro cognitivo.

 

El Alzheimer es una enfermedad compleja que afecta a una proporción significativa de la población argentina, siendo más prevalente en mujeres. Aunque no se dispone de una cura definitiva, los avances científicos y las estrategias preventivas ofrecen esperanza para reducir su impacto. Es fundamental continuar con la investigación y promover la adopción de hábitos saludables para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Además, es crucial que la población comprenda la distinción entre Alzheimer y otras formas de demencia, lo que facilita una mejor comprensión y tratamiento de estas enfermedades.

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