domingo 27 de abril de 2025 - Edición Nº258

Sociedad | 27 abr 2025

Mendoza

En casa o en la oficina: la presencialidad vuelve al centro del debate laboral en Mendoza

09:15 |Una batalla que se ha librado en todo el país y que la provincia no está exenta.


La pandemia de coronavirus transformó radicalmente el mundo laboral y Mendoza no fue la excepción. El home office se instaló como una modalidad viable y, para muchos, deseable. Sin embargo, las empresas locales están intensificando el retorno a la presencialidad, argumentando la necesidad de fortalecer la cultura organizacional y la productividad.

 

Esta directiva choca de frente con la resistencia de muchos empleados que, habiendo experimentado los beneficios del teletrabajo, no estarían dispuestos a renunciar a la flexibilidad y el ahorro que este modelo les brinda.

 

La consultora Adecco Argentina publicó una encuesta que señala que el 60% de los empleados con modalidad híbrida renunciaría si su empresa estableciera la presencialidad total.

Uno de los factores claves a la hora de determinar la postura de los empleados, tiene que ver con el costo de transporte público, una barrera para asistir a la oficina todos los días.

 

 

Según los datos oficiales, el 71,9% de los trabajadores lo considera como uno de los principales factores para no hacer presencial. Además, un 84,9% de los colaboradores afirma que sus trabajos no cubren viáticos para traslados.

Frente a ese panorama, Mendoza no está ajena. De hecho, a mediados del mes próximo, el boleto de colectivo sufrirá un nuevo incremento y pasará de $850 a $1.000.

Pero también aparecen otros condicionantes, como la posibilidad de contar con dos o tres trabajos, lo que implica disponer de dos o tres sueldos.

 

La mirada empresarial frente a la presencialidad

La disyuntiva entre la presencialidad y la virtualidad no está bien definida en las cámaras empresariales. De hecho, desde el Consejo Empresario Mendocino (CEM) informaron a este medio que “no tiene una posición sobre este tema”.

“Al estar conformado por distintos empresarios, cada uno tiene su propia opinión”, indicaron.

Pese a no tener una opinión formada, Martín Clément, presidente del CEM, manifestó su postura personal, como profesional del Comercio exterior.

“Lo primero es analizar qué es lo que busca la empresa con la presencialidad y qué es lo que busca el colaborador con la virtualidad”, indicó.

 

Luego, justificó: “La empresa con la presencialidad lo que busca es tener la sensación de que está controlando las tareas y los tiempos de las personas, de los colaboradores, para llegar a un nivel de productividad deseado, que no es el óptimo porque si la empresa tuviera un nivel de administración tal que su productividad fuera la más alta posible, no tendría inconvenientes de que el trabajo se efectúe en forma virtual”.

Por otro lado, el empresario aseguró que los colaboradores lo que buscan es la virtualidad por varias razones, una de ellas, tal vez, la más importante, es que no tienen que trasladarse a su lugar de trabajo, con todo lo que ello implica.

 

“No creo que sea el 100% de la virtualidad lo adecuado, lo indicado, porque el interactuar con otros compañeros permite tener un mejor clima, mejorar los lazos entre equipo, mejorar el rendimiento del equipo, absorber la cultura de la empresa”, cerró.

 

Por su parte, Diego Storotini, vicepresidente de la Federación Económica Mendoza (FEM) expresó: “Desde la FEM creemos que este tipo de situaciones -como la elección entre presencialidad y home office- dependen del vínculo particular entre cada empleador y su empleado. Es una decisión que debe contemplar la naturaleza del trabajo, el nivel de confianza, la jerarquía y otros factores específicos de cada organización”.

 

Stortini sumó que la entidad está convencida de que la Argentina necesita modernizar su legislación laboral.

 

“Hoy la ley muchas veces impide que las partes acuerden libremente lo que más les conviene. Por eso, desde la FEM y otras instituciones estamos impulsando relaciones laborales modernas, que permitan estructurar el trabajo de manera más flexible y adaptada a los tiempos actuales”, dijo.

 

Finalmente, agregó que el home office no debe ser visto solo como un beneficio, sino como una herramienta más dentro de una agenda laboral contemporánea, que también pone en el centro el bienestar de las personas y la eficiencia de las empresas.

 

¿El home office, una tendencia que llegó para quedarse?

Lejos de lo que pretenden muchas empresas, el home office es una tendencia que se impuso.

 

Hoy, los empleados exigen un trabajo híbrido, que les permita a ellos mismos manejar sus tiempos y sus beneficios económicos.

 

Llegué desde Buenos Aires hace tres años a vivir a Mendoza. Trabajo en una empresa de Marketing Digital y lo hago vía remota. Los beneficios son muchos no sólo desde lo económico, sino en el manejo de los tiempos“, comentó Bárbara a Épica Portal Online y aclaró que se desempeña para dos empresas en simultáneo, una ubicada en Buenos Aires y la otra en Rosario.

 

 

Lucas es otro de los empleados que maneja sus propios horarios a través de trabajos home office.

Soy contador y, luego de la pandemia de coronavirus, dejé de alquilar la oficina que tenía en pleno centro y me dediqué a trabajar bajo esta modalidad. Los resultados fueron muy buenos, sobre todo, desde lo económico“, confesó el profesional.

 

El contador se desempeña no sólo en empresas de Mendoza, sino que también el formato le posibilitó trascender y trabajar para una compañía chilena y otra de Córdoba.

 

El cambio me facilitó un ahorro económico, pero también me ayudó a mejorar mi estilo de vida. Hoy tengo mucho más tiempo para compartir con mi familia y amigos. Trabajar home office no te hace ser menos comprometido que si lo hicieras presencial, la clave siempre está en la organización“, confesó.

 

¿Es posible abandonar la presencialidad?

Desde nuestra experiencia como consultora especializada en selección y gestión del talento, hemos notado una tensión creciente en torno a una cuestión clave en el mundo laboral actual: la presencialidad obligatoria frente a la necesidad de flexibilidad que expresan los colaboradores y candidatos“, describieron Mercedes Giménez y Florencia Giustozzi.

 

Las profesionales, además, refirieron que en la actualidad, las empresas que no escuchan se arriesgan a perder. “En un contexto donde atraer y retener talento es cada vez más desafiante, ser flexibles, abiertos al diálogo y dispuestos a revisar viejos paradigmas puede marcar la diferencia entre liderar el cambio o quedarse atrás“, expresaron.

 

 

Según las especialistas, por un lado, muchas organizaciones insisten en la presencialidad como condición excluyente, justificando esta decisión en la necesidad de fomentar la colaboración, la productividad y la cultura organizacional. En algunos casos, acceden a ofrecer uno o dos días de home office por semana, pero de forma muy acotada.

 

Y, por otro lado, están los profesionales que valoran profundamente la posibilidad de trabajar de forma remota. No se trata solo de una comodidad, sino de un factor que influye directamente en su calidad de vida y su percepción del equilibrio entre el trabajo y la vida personal“, manifestaron desde la consultora.

 

Por su parte, la psicóloga laboral, Viviana Imperiale (Mat.931), expresó que “hoy las nuevas generaciones exigen y buscan como parte de sus beneficios tener un trabajo en formato híbrido“.

 

Según la especialista, las empresas que posibilitan este tipo de trabajos no presencial exigen personas que tengan capacidad de organización, de planificación, que  estén abocados al cumplimiento de objetivos más que de horarios, que de una u otra manera tengan cierta autonomía y puedan organizarse sin la presencia de un otro, administrando sus propios tiempos.

 

La pandemia, el principio del trabajo remoto

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que antes de la pandemia unos 260 millones de personas trabajaban en remoto en el mundo, sobre el 7,9% del total de trabajadores, cifra que subió a hasta 557 millones en 2020.

 

En Estados Unidos, el teletrabajo ascendió al 60% del total de días laborales en 2020, cifra que bajó a la mitad en los dos años siguientes.

 

“En Estados Unidos, el teletrabajo viene estable desde al menos principios de 2023 (y probablemente desde mediados de 2022) con un poco menos de 30% de días laborales siendo remotos”, indicó a EFE José María Barrero, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México e investigador de Working from Home Research (WFH Research).

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