

La acumulación de nieve en la cordillera mendocina será menor a lo habitual durante el otoño e invierno, lo que afectará la disponibilidad de agua en la provincia. Así lo advierte el pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que prevé precipitaciones entre normales e inferiores a lo normal en la región para los meses de abril a junio.
Juan Rivera, doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos e investigador del Conicet, explicó que “esto indicaría que el comienzo del invierno presentará una acumulación nival deficitaria, lo cual coincide con pronósticos de la Universidad de Columbia, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) y el programa Copernicus de la Unión Europea”.
Además, señaló que estas proyecciones extienden el déficit hasta el final del invierno y el inicio de la primavera.
La escasez de nieve preocupa especialmente por su impacto en los recursos hídricos de la provincia. “Si bien recién estamos arrancando el otoño y todavía falta bastante, no es un buen panorama para los recursos hídricos regionales, que dependen fuertemente de la acumulación nival en los próximos meses”, advirtió Rivera.
El especialista también descartó que este fenómeno esté vinculado a la presencia de El Niño o La Niña. “Las temperaturas en el Océano Pacífico Tropical presentan condiciones neutrales, con lo cual habrá que monitorear la variabilidad climática en escalas intraestacionales para evaluar su impacto en la ocurrencia de nevadas a lo largo del invierno”, explicó.
En cuanto a las temperaturas, el pronóstico del SMN no establece una tendencia clara. “El área en blanco indica que no hay una categoría con mayor probabilidad de ocurrencia. En estos casos, se debe considerar la información estadística del trimestre”, detalla el informe del SMN.