

Tik Tok es la red social preferida por los menores de 18 años y Mendoza es la segunda provincia que más utiliza esta plataforma. El dato se desprende del informe “Consumo de Redes Sociales y uso de Internet en Argentina 2024“, realizado por la Universidad Fasta. Pero dos hechos recientes pusieron en tela de juicio a la plataforma de videos y lo que hacen los chicos con lo que ven y replican.
El primero de ellos es una denuncia por abuso sexual que trascendió días atrás. Tres chicos de 13 años atacaron a otro de la misma edad en plena clase de una institución educativa de Godoy Cruz. La investigación reveló que la agresión habría sido parte de un juego conocido en Tik Tok como “chifla chifla“.
El otro ocurrió el viernes pasado, cuando falleció un alumno de 11 años que asistía al colegio Santo Tomás de Aquino. En un principio, se dijo que la muerte se produjo por otro reto viral, llamado, “desafío del apagón” o “blackout challenge”.
Pero la versión fue desestimada por el Ministerio Público Fiscal: “De la prueba colectada hasta el momento y de las actuaciones preliminares no surge vinculación entre el deceso y las acciones generadas por comportamientos expuestos en redes sociales“,
Hugo Moreira, representante legal del colegio privado aseguró que desconocen la causa de muerte del niño, sostuvo que no existen hechos previos relacionados al uso de redes sociales y aclaró que en la institución fomentan el uso pedagógico de los teléfonos, al que los chicos “se han adaptado bastante bien“.
“Desde la institución acompañamos a la familia. Se les comentó a los chicos lo que había ocurrido y ha trabajado el departamento de acompañamiento escolar con la Dirección General de Escuelas“, explicó.
Con las investigaciones de los respectivos casos en curso, desde la DGE no hicieron referencia a los hechos mencionados, pero afirmaron que las redes sociales “arman presión sobre los adolescentes”.
“Lo que observamos, que es una realidad, tiene que ver con todo el tema de violencias, acosos en redes sociales y cómo esto se va expandiendo y determinados algoritmos van armando presión sobre los adolescentes, cosa que es muy riesgosa, teniendo en cuenta que los adolescentes están en un proceso de desarrollo y de maduración psíquica, neurológica, formando su personalidad“, describió Carina Gannam, directora de Acompañamiento Escolar (DAE).
En el gobierno escolar reconocen el crecimiento del uso de la tecnología, pero afirman que la solución no es prohibir o eliminar, sino tomar “acciones reales y concretas” al respecto.
“No tenemos que demonizar las redes, ni internet, ni las tecnologías, sino humanizarlo, y hacerlo de una manera, con una salida positiva y saludable“, señaló Gannam.
Sin embargo, con el objetivo de no llegar “detrás del problema”, apuntan a programas en materia de prevención en los que se promuevan “espacios de diálogo, de reflexión, para entender qué le sucede al adolescente”.
“Detectamos, acompañamos y damos herramientas. Nosotros no hacemos tratamiento, pero sí tenemos reuniones con los padres para indicarles qué estamos observando, qué evaluación se ha hecho de cada uno de los chicos, y sugerir un tratamiento psicológico o algún tipo de acompañamiento profesional según sea el caso“, declaró la funcionaria.
Gannam, aseguró que la DAE tiene profesionales en cada escuela de la provincia y pidió que los adultos se acerquen a los establecimientos educativos para recibir “orientación y acompañamiento”.
También, recomendó a los padres crear un tiempo y un espacio de diálogo con los menores, para poder conocer cómo se sienten.
“Si veo que está cinco horas encerrado en una habitación, quiero saber qué está haciendo. Quiero que me pueda contar. No quiero ir a juzgarlo y a hacer algo punitivo de eso, sino que me cuente. Volver al diálogo, a poder hablar y no para juzgarlo, sino para poder decirles, ‘ mira, esto no es sano para vos’ y podemos hablar del tema. Construir juntos con el hijo“, concluyó.