

La industria del turismo y la hotelería en Argentina atraviesa un desafío significativo debido a la disminución del flujo de visitantes. Sin perspectivas de una pronta recuperación, hoteles y agencias de viaje han comenzado a implementar medidas de ajuste, reduciendo personal y optimizando costos. En este contexto, el sector reclama mayor promoción y la atracción de eventos que puedan revitalizar la actividad.
Los últimos datos oficiales reflejan una caída en la ocupación hotelera en enero de 2025. Esta tendencia también ha sido evidenciada por plataformas digitales que comercializan reservas de hoteles y paquetes turísticos. En contraste, el Ente Provincial de Turismo de Mendoza reporta cifras algo más alentadoras, aunque la baja en la llegada de turistas es innegable y responde a diversos factores.
El encarecimiento del turismo interno debido a la devaluación y la reducción del poder adquisitivo han sido determinantes. Además, la devaluación en países vecinos como Chile y Brasil ha hecho más accesibles estos destinos, incentivando la salida de turistas locales al extranjero. En paralelo, la paridad cambiaria ha favorecido los viajes a destinos internacionales como Miami, Europa y el Caribe, lo que ha reducido la afluencia de turistas en Mendoza y otras regiones del país.
La hotelería en Argentina ha adecuado sus tarifas a los valores internacionales, pero el país sigue siendo más caro en comparación con sus vecinos, afectando la llegada de visitantes extranjeros. En enero de 2025, la ocupación hotelera en Cuyo cayó un 24%, con Mendoza registrando una media del 42% de ocupación.
Las empresas del sector han comenzado a aplicar recortes para enfrentar la situación. La reducción de personal es una de las medidas más implementadas, eliminando horas extras o desvinculando a empleados eventuales. Además, los costos operativos continúan en ascenso, en especial los energéticos, lo que impacta a los hoteles debido a su alta demanda de electricidad para ascensores, cocinas y lavandería.