La Oficia de Presupuesto del Congreso (OPC) realizó un informe en el que reveló que los programas sociales cayeron un 45.6% en términos reales. El estudio midió los valores de noviembre de 2023 hasta el mismo período de tiempo de 2024. A pesar de esto, el Gobierno de Javier Milei sostiene haber aumentado “considerablemente” las ayudas económicas.

En un año donde las políticas de ajustes fueron una fija para el Ejecutivo con el fin de lograr el superávit fiscal, los indicadores de pobreza señalaron que durante el primer trimestre fue del 52.9%, mientras que el de indigencia fue del 18.1%.

Frente a este escenario social, en Casa Rosada aseguran haber duplicado la Asignación Universal por Hijo (AUH) y ampliar la cobertura de la Tarjeta Alimentar hasta chicos de 17 años, con aumentos reales en los beneficios.

Pero en el centro de estudio Fundar remarcaron que las AUH no llegaron a compensar los efectos del ajuste que se aplicó sobre los sectores vulnerables. En términos presupuestarios, significó un 7% del gasto de Seguridad Social. Pero pese a que se destinara ese nivel de partida presupuestaria, en términos reales, quedaron por debajo de los índices inflacionarios.

Uno de los programas sociales que más retrocedió fue el plan Volver al Trabajo (el ex-Potenciar Trabajo).  El poder de compra se desplomó en un 53% real año contra año, estos es producto al congelamiento en los montos de entrega desde que Milei arribó a Casa Rosada. Las becas Progresar también cayeron un 64.2% y  la atención médica a los beneficiarios de pensiones no contributivas un 12.4%.

A nivel de recortes, la OPC expuso que programas sociales se ubicaron en tercer lugar respecto a la quita de fondos presupuestarios por parte del Ejecutivo. El sector que más sintió “la motosierra” de Milei fueron las jubilaciones y pensiones, con un 17.5% de manera interanual. 

Por último, la Oficia de Presupuesto del Congreso (OPC) aseguró que el poder de compra promedio de estos once meses registró una caída del 21% año de noviembre a noviembre. Mientras que los salarios mínimos perdieron un 15,7% de poder adquisitivo.